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"Una Familia que Tiende Puentes"
En Marcos 16:15, Jesucristo da la gran comisión de ir por todo el mundo y predicar el evangelio de salvación. Muchas personas han aceptado este reto y están trabajando para llevar el evangelio de Cristo alrededor de todo el mundo. Pero la gran comisión no sólo se trata de evangelizar a personas en lugares lejanos, sino que también incluye compartir a Cristo con nuestra familia y amistades cercanas. Aún sabiendo esto, hay muchas personas que jamás, o casi nunca, hablan de Cristo a su familia. Esto no se hace por varias razones: el no querer ofender las creencias de la familia, el creer que el evangelismo es sólo para personas con preparación teológica, o el no saber cómo evangelizar. También, en muchos casos, se ha dejado de hablar de Cristo porque la familia no quiere oír de Dios, o incluso se han burlado del evangelio.
El factor más importante para poder evangelizar a nuestra familia es nuestro testimonio, el vivir aquello que predicamos. En 2 Corintios 5:17 nos dice que "si alguno cree en Cristo las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas". Tu familia, aunque no te lo diga, está observando si en verdad ha habido un cambio en tu vida. Lo reflejamos por nuestra manera de actuar, pensar y vivir, que creemos en un Dios vivo que tiene el poder de cambiar a la persona. Es fácil evangelizar a otras personas, porque ellos sólo ven lo que decidimos mostrarles. Nuestra familia es un poco más escéptica, ellos nos ven a diario. Y es más fácil que se den cuenta cuando fallamos, ya que nos ven contínuamente, no sólo de vez en cuando.
En 1 Corintios 15:34 el Apóstol Pablo nos dice que debemos de velar debidamente y no pecar porque hay personas que aún no conocen a Dios. Nunca seremos perfectos, pero debemos ser cuidadosos. Las personas que no conocen a Dios pueden tener una falsa expectativa acerca de cómo debe comportarse un cristiano. Esta expectativa puede no ser realista, pero aún así debemos demostrar un cambio en nuestras actitudes. Especialmente mostrando humildad. Vamos a cometer errores siempre, pero si estamos dispuestos a aceptar nuestro error y pedir perdón esto habla más alto que cualquier predicación. Por esto es tan importante guardar un buen testimonio, porque si mostramos una manera diferente de vivir, somos testimonio vivo del poder transformador que hay en Cristo.
Consejos para evangelizar a la familia:
Haz una lista con los nombres de los familiares a los que les quieres compartir el evangelio.
Ora con diligencia por cada uno de ellos, pide que Dios prepare sus corazones para recibirlo.
Analiza la lista. Si tienes algún problema no resuelto, o has discuto con alguno de estos familiares, busca resolver el problema lo antes posible. Pide perdón, y perdona.
Pídele a Dios que te muestre cómo puedes bendecir a estos familiares y suplir sus necesidades.
No importa cómo reaccionen a tus esfuerzos, sigue orando por ellos y tratándolos como lo haría Cristo.
Verdad de la Semana:
"Debemos estar dispuestos a ser diferentes."