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  • Foto del escritorCDA Lares

IGLECASA 13-ABRIL-2021


"Háblame con tus hechos"


Sin lugar a duda, cada cristiano ha escuchado hablar de la gran comisión. (Mateo 28:19) La encomienda que nos dejó Jesucristo, y que solemos aprender en nuestros primeros pasos como cristianos. Estamos de acuerdo en que es importante testificar sobres las grandes cosas que Dios ha hecho en nuestra vida, y así guiar a otros hacia Cristo. No siempre tenemos la oportunidad de decirlo, pero podemos estar seguros de que siempre habrá alguien que nos está observando. Alquien que observa nuestra manera de comportarnos, nuestras actitudes ante determinadas circunstancias, y la integridad con la que dirigimos nuestra vida, entre otras cosas. En fin, sin decir palabra, nuestro testimonio no verbal, puede o no, atraer a otros a los pies de Cristo.


Esto no es una licencia para dejar a un lado el hablar de Dios y Sus maravillas. Más bien es un llamado a cuidar nuestra conducta en todo tiempo y lugar. El Apóstol Pablo dejó claro lo importante que era para él llevar almas a los pies de Cristo. Por lo que, de ser necesario, se haría judío para el judío y gentil para el gentil. Muchos pueden pensar que esto implica actuar de acuerdo con las circunstancias, yendo de un lado a otro como las olas del mar. Pero no es esto lo que nos quiere decir el apóstol. Todo lo contrario. Nuestra integridad no se debe poner en juego, no importa la circunstancia. Sino que debemos procurar servir a Dios en todo lo que hacemos (Colosenses 3:23) porque después de todo, es a Él a quién representamos. (2 Corintios 5:20)


Es necesario que recordemos que siempre habrá alguien observando nuestra conducta y esa puede ser la herramienta usada por Dios para guiar a otros hacia Él. Porque de nada nos valen las palabras si lo que otros ven de nosotros no los lleva a querer conocer más del Padre. No significa que seamos infalibles y que nunca cometamos errores. Lo que significa es que debemos procurar representar a nuestro Padre de la mejor manera posible. (Efesios 4:1) Si pedimos Su ayuda para hacerlo, Él siempre estará para ayudarnos. No olvidemos que nuestra conducta, también es una herramienta de evangelismo. Recordemos la frase de Ralph W. Emerson: “Tus acciones gritan tan fuerte, que no escucho lo que dices.” Pidámosle a Dios que nuestras acciones y nuestras palabras, vayan siempre en la misma dirección: la de llevar a otros hacia Cristo.


 

Estudio:

Durante esta semana estudia la porción de Hechos 2:43-47 y contesta:

  • ¿Cómo se comportaban los primeros cristianos entre ellos mismos?

  • ¿Qué hacían distinto a las demás personas del pueblo?

  • ¿Qué método evangelístico usaban para que la iglesia creciera tanto?


 

Verdad de la Semana:

"Tus acciones hablan más fuerte que tus palabras."

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