
Reflexiona en esta situación: vas caminando con una taza de café y de repente alguien pasa, te empuja y hace que se te derrame el café por todas partes. ¿Por qué se te derramó el café? Pensarás que porque alguien te empujó, pero es la respuesta equivocada. Derramaste el café porque eso contenía la taza: café. Si hubiera sido té, derramarías té. Lo que tengas en tu taza es lo que vas a derramar. Cuando decimos que tenemos nuestra taza llena al servir al Señor, ¿estamos siendo seguidores o discípulos? ¿Estará tu taza como quiere el maestro que la tengas? Llena de virtudes, pasión, entrega, amor por su Palabra, y rendimiento a Él. ¿O tu taza derrama otras cosas? Recuerda que puedes salpicar a muchos, o a todos. Cualquiera puede ver el contenido de tu taza si se derrama. Entonces, cuando la vida te empuje ¿qué vas a derramar? (Lucas 6:44-45)
Seguidores cualquiera, pero discípulo es alguien que imita a Dios. Esto cuesta, se paga un precio, pero vale la pena. Un verdadero discípulo es genuino, tiene una esencia y un aroma único. Así como es la taza de café, de aroma excelente y puro. Por otro lado, el seguidor, su aroma se disipa y desaparece. ¿Qué le entregarás al Señor? ¿Algo de baja calidad? ¿O serás como una taza de café genuina de alta calidad, de aroma genuino que vuelves una y otra vez con ganas de tomarlo? Al igual que el café sólo libera su aroma cuando se encuentra en agua hirviendo. El discípulo, sin importar por la circunstancia o situación que esté pasando, sigue caminando imitando al Señor. Que tu taza esté llena de ese extracto de virtudes, de pasión de ser un imitador de Cristo, un discípulo. Analiza qué hay en tu taza y qué vas a derramar. ¿O acaso está tu taza vacía? Trabaja para llenar tu taza, no sigas buscando imitaciones. Busca ser como el Señor Jesucristo.
Entonces llamó a la multitud y a sus discípulos. —Si alguien quiere ser mi discípulo —les dijo—, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz y me siga.- Marcos 8:34 (NVI)
El que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.- Lucas 14:27 (RVR-95)
Verdad de la Semana:
Procura que tu taza esté llena de Él.
Mi copa está rebosando y mi taza llena de su palabra y de sus frutos .De dones y enseñanzas amén