No Abandones tu Puesto

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“Y mientras que ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban apercibidas, entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.” — Mateo 25:10 (RVA)

En la parábola de las diez vírgenes, Jesús compara el Reino de los Cielos con diez vírgenes que tomaron sus lámparas y fueron a esperar la llegada del novio. Todas fueron invitadas, todas se prepararon y estaban listas para encontrarse con él. Pero cuando el novio se retrasó, todas se durmieron. A medianoche se escuchó un grito: "¡Aquí está el novio! ¡Salgan a recibirlo!". Ese fue el momento de la verdad. Las cinco vírgenes prudentes tenían aceite de sobra; estaban listas y entraron al banquete de bodas. Pero las cinco vírgenes insensatas, al darse cuenta de que sus lámparas se apagaban, corrieron a comprar más aceite y no entraron.

Siempre prestamos atención al aceite, pero en realidad esa no fue la causa de que no entraran. No entraron porque no estaban presentes. No estaban en su posición cuando llegó el novio. Esta es la parte que a menudo pasamos por alto. Su problema no era la falta de aceite. Su mayor fracaso fue que abandonaron su puesto. La Escritura nos dice en Efesios 6:13: “y, después de haberse preparado bien, mantenerse firmes." (DHH). No se refiere sólo a la resistencia espiritual, sino a la obediencia en la espera. A veces, la batalla no se trata de luchar, sino de permanecer donde Dios te puso sin ceder terreno. Las vírgenes insensatas fracasaron porque abandonaron su posición.

Hoy en día muchos creyentes están perdiendo terreno, no porque hayan dejado de creer en el novio, sino porque se alejaron del lugar donde fueron llamados a esperar. Para el momento een que el novio llegó, las vírgenes insensatas seguro ya tenían su lámpara llena de aceite. Pero eso era irrelevante si no habían permanecido en el lugar al que fueron llamadas. Me pregunto, si alguna de las vírgenes hubiera estado dispuesta a esperar en la oscuridad antes que abandonar su puesto, ¿habría entrado? Quizás si, la obediencia vale más que los sacrificios. (1 Samuel 15:22) Quizás estés cansado de esperar. O tal vez no estés seguro de si estas listo. Pero no corras. No abandones tu puesto. Quédate donde Él te dijo que esperaras. Mantente firme sobre el terreno ganado. Porque el momento se acerca. El clamor se oirá. Y cuando llegue, sólo los que aún estén en su posición asignada —los fieles, los obedientes— se levantarán para recibirlo.

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Verdad de la Semana:

Mantente firme.