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  • Foto del escritorCDA Lares

La Estabilidad del Crecimiento

Pero la semilla que cayó en buena tierra representa a los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan una buena cosecha porque permanecen firmes.- Lucas 8:15 (RVC)

En Lucas 8:4-15 Jesús contaba la Párabola del Sembrador para explicar cómo, aunque la Palabra de Dios siempre es buena (semilla), no siempre produce los resultados esperados (futo). Como la semilla (Palabra) siempre es buena, Jesús explica que la diferencia está en el terreno (corazón) donde se siembra. Y nos enseña que un buen terreno (corazón) que da fruto es aquél que recibe la Palabra, la retiene, y permanece firme en ella. Pues sólo estos pueden crecer y alcanzar la madurez necesaria para dar fruto.


En primer lugar, debemos recibir la Palabra, pues sin ella no podremos lograr un cambio en nuestra vida. Es fácil decir que queremos oír la voz de Dios, pero su Palabra no siempre es dulce. Muchas veces es como la medicina, amarga pero lo importante es que sea efectiva. En segundo lugar, debemos retenerla. Una semilla tarda en germinar, crecer y dar fruto, por lo que el tiempo es importante. No nos servirá de mucho recibir una Palabra si no la retenemos, pues sería lo mismo que sembrar sin nunca regar o permitir que los cuervos roben la semilla. Retener una Palabra a través del tiempo podría significar meditar constantemente en ella y en cómo aplicarla a nuestra vida. Para esto necesitamos disciplina, de lo contrario, no podremos permanecer firmes en esa Palabra el tiempo suficiente para que produzca un fruto en nuestra vida.


La idea de que la perseverancia es señal de madurez también la encontramos en Efesios 4:14-15, donde Pablo explicaba que los niños son arrastrados por cualquier doctrina pero quienes han crecido pueden permanecer firmes en Cristo. El crecimiento nunca termina mientras estemos en este mundo. Nunca podremos decir que "ya hemos madurado por completo". Siempre habrá espacio para crecer, y admitir esto es parte de madurar. Pero para que ese crecimiento sea constante debemos ser capaces de permanecer firmes en la Palabra durante mucho tiempo. Dios siempre dará el crecimiento si se lo permitimos, pues la semilla no es estéril. Pero mientras Dios trabaja, nuestro mayor fruto será la constancia. Pues sólo un adulto maduro es capaz de permanecer arraigado en vez de distraerse como un niño.

 

Verdad de la Semana:

Permanecer es señal de madurez.

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