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Discernir los tiempos

  • Foto del escritor: CDA Lares
    CDA Lares
  • 17 jun
  • 2 Min. de lectura
En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; y surgirá un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos. Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones; entonces vendrá el fin.- Mateo 24:10-14 (NVI) 

Sabemos que este mundo está gobernado por guerras, conflictos, mentiras y todo lo que está en contra de Dios. Y que no habrá fin hasta que el Creador venga a establecer su Reino nuevamente. Aunque parezca que no hay esperanza en estos tiempos modernos, sí creemos con todo nuestro corazón que podemos poner nuestra mirada en la promesa que Dios hizo a su pueblo. Ese glorioso día en el cual seremos arrebatados hacia los cielos, junto a Jesús, para toda la eternidad.


En tiempos de Jesús, los discípulos se preguntaban cuándo y cuánto tiempo tendría que pasar para que Él volviera. Jesús les habló de las señales que ocurrirían. En los tiempos finales, muchos se harán pasar por el Cristo. Se escuchará sobre guerras y rumores de guerra. Habrá hambre, terremotos, y eso sólo será el comienzo. Lamentablemente, muchos no creerán en las promesas que Dios hizo. Después de mencionar estos sucesos, Jesús le dice a sus discípulos que lamentablemente muchos no creerán y buscarán refugio fuera de Dios en cualquier otro ídolo. Buscarán refugiarse en cualquier otra persona y no en el que está en el cielo. Ellos se apartarán y el amor morirá; su corazón se tornará de piedra. Pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. (Mateo 24:13)


Tenemos que prepararnos para irnos juntos en el arrebatamiento, que no seamos dejados atrás. No todo el que se hace llamar cristiano será arrebatado. Tenemos que tener claro a quién servimos, a Dios o al mundo. Tenemos que apreciar las profecías que Dios nos dio y creer en Su Palabra. Examinarlo todo, atesorar lo bueno y desechar lo malo; para así poder prevalecer en Su verdad en medio del día malo. Busca la verdad (Cristo) para que no perezcas por falta de conocimiento. Prepara tu camino hacia la eternidad. Mantengamos nuestro pensamiento cautivo a la obediencia a Cristo Jesús. Si desechamos a Dios, también seremos desechados por Él. Cómo cristianos, vivamos con expectativa y seguridad. Con la esperanza y el gozo de que a la postre, Dios y el amor de Dios han de prevalecer. Estemos listos para el día que Dios venga por su pueblo.

Verdad de la Semana:

Creamos y preparémonos.

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