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Adoración:
Palabra:
"De tal palo, tal astilla."
“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo; y como Dios los exhorta por medio nuestro, les rogamos en nombre de Cristo: ¡Reconcíliense con Dios!” -2 de Corintios 5:20
Cuando veo la palabra embajador en este texto pienso rápidamente en un representante, pero siempre me gusta ir al diccionario para definirla con más exactitud. Tiene más de un significado, pero la que más me gusta es esta: "un embajador es una “persona, entidad o cosa que por ser características de un lugar o país se consideran representativas de ellos” (RAE). Ésta definición me ayuda a entender lo que Pablo le escribe a los corintios en esta ocasión. Pablo se denomina a sí mismo, un embajador de Cristo. Es decir que Pablo tiene unas características que muestran que él es un representante de Cristo.
Los evangelios narran la historia de Jesús y sus discípulos, pero hay una porción en particular que es fácil recordar: la negación de Pedro (Mateo 26:69-75). Habían arrestado a Jesús; y Pedro, quien se encontraba fuera del lugar, fue acusado de haber estado con Jesús. Inmediatamente lo negó. Pero en el verso 73, cuando se le acercaron por tercera vez, le dijeron: "tú también eres de ellos, porque aun tu modo de hablar te descubre." Pedro tenía unas características que lo identificaban con Jesús, su maestro.
Los hijos nos parecemos a nuestros padres. Desde el punto de vista espiritual, si decimos que somos hijos de Dios también debemos parecernos a Él. Al igual que Pedro se parecía a Jesús, nosotros debemos tener las características de nuestro Padre. Como hijos, también somos los representantes de nuestro Padre. ¿Con qué propósito? El más importante es que otros puedan conocerlo por medio nuestro. Las personas deben conocer la naturaleza de nuestro Padre al conocernos a nosotros. Debemos ser puentes por medio de los cuales las personas puedan llegar al Padre y convertirse en sus hijos. Así que, donde quiera que estés o con quien quiera que hables, tus características tienen que ser como las de tu Padre. Debemos parecernos a él de tal modo que todos lo noten, ya que somos sus embajadores.
Discusión:
Compartan algunas anécdotas acerca de cómo se parecen a sus padres, o cómo sus hijos se parecen a ustedes. ¿Acaso las personas te reconocen cuando sales? ¿Tienen hábitos en común?
Entonces, ¿cómo pueden las personas reconocer quiénes somos en Cristo? ¿Te ha pasado que alguien que no conoces te pregunte si eres cristiano? ¿Cómo podemos parecernos más a nuestro Padre en el dia a dia? Compartan sus opiniones.