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"Almas Perdidas"
Hoy día, lamentablemente, hemos tenido que ver y escuchar constantemente en las noticias historias sobre personas que atentan contra su vida. Y no tan solo escuchamos de suicidios, sino de asesinatos, violaciones y violencia. Vivimos en un mundo donde escuchar todas esas cosas se ha vuelto normal. Un mundo en el cual cada vez son más las personas que hacen daño. Un mundo que necesita de Cristo y para eso estamos nosotros aquí. En Lucas 19:10 dice “Pues el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos”. Cristo nos reconcilió con el Padre por medio del sacrificio de la cruz, (2 Co. 5:18) pero el enemigo se opone a nosotros y a nuestras oraciones. Pues su plan es evitar que la mayoría de las personas escuchen el evangelio y se rindan a Jesucristo. Satanás sabe que perdió la guerra, y sólo desea hacer el mayor daño posible.
Nosotros podemos hacerle frente en oración, clamando por los perdidos. Pidiendo que se abran sus ojos y les sea revelada su necesidad de un Salvador. Nuestras oraciones y nuestra obediencia a Jesús pueden crear la oportunidad para que otros escuchen el evangelio. Imagínense cuán importante es la oración. No sólo en nuestra vida, sino en la vida de las demás personas por quienes oramos, porque somos embajadores de Cristo.
(2 Co. 5:20). Si nosotros que fuimos llamados para esto no lo hacemos, ¿quién lo va a hacer? (Ro. 10:14)
Este mundo necesita de cristianos que oren por aquél que no encuentra una salida. Aquél que está perdido y no encuentra otra opción, cuando la realidad es que el diablo los tiene cegados. Una oración puede cambiar el rumbo de la vida de una persona. Una oración puede romper cadenas, y una oración puede restaurar una vida. Por esta misma razón es que debemos orar sin cesar por esas almas que necesitan ver la luz. ¡Hagamos lo que fuimos llamados a hacer! Comencemos por pelear la batalla de rodillas.
Oremos:
Padre, te pido por las almas perdidas de este mundo. No permitas que se pierdan , ya Tú las has ganado para el reino. Las reclamamos en el nombre de Jesús. Permite que les resplandezca la luz del evangelio. Que encuentren una esperanza. Si es preciso úsame a mi para hablarles, y si no envía a alguien para que les lleve las buenas nuevas. Señor, ten misericordia de ellos. Atráelos con cuerdas de amor, y danos la valentía para llevar Tu luz en este mundo de tinieblas. Todo esto te pido, y te doy gracias en el nombre de Jesús. Amén.
Durante este mes ora:
Para que el Señor envíe más personas a predicar el evangelio. (Mateo 9:35-38)
Para que Dios quite las vendas espirituales que ciegan a esta generación. (2 Corintios 4:3-4)
Para que se presenten ocasiones en que podamos compartir la Palabra. (2 Corintios 5:19-20; Colosenses 4:3)
Para que Dios ponga las palabras en tu boca y te de la valentía de hablar. (Efesios 6:18-20)
Para que los corazones de las personas estén listos para recibirle. (Apocalipsis 3:20)