"Tiempo"
Todos tenemos la misma cantidad de tiempo para cumplir con nuestras obligaciones. Sin embargo, mientras algunos alcanzan muchas metas durante su vida, otros parece que nunca logran nada. Entonces, ¿dónde está el problema?
El secreto está en nuestras prioridades. Todos tenemos responsabilidades y todas deben cumplirse, pero no todas tienen la misma importancia ni la misma urgencia. Así que debemos ser sabios al decidir cómo usamos nuestro tiempo, y servir a Dios siempre debe ser una prioridad.
En tiempos bíblicos, se esperaba de los hebreos que honraran a sus ancianos padres, cuidándoles hasta la muerte. De manera que en una ocasión cuando Jesús hablaba a un grupo de personas, las obligaciones familiares de uno de ellos entraron en conflicto con el llamado de Dios sobre su vida. Cuando él dijo: “Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre”. Jesús le contestó “Sígueme; deja que los muertos entierren a los muertos” (Mateo 8:18-22) ¿Fue Jesús insensible o desconsiderado? No, Él conocía la situación familiar de aquel hombre, y sin duda tenía un plan para ella.
Nuestro dilema no es si haremos o no la voluntad de Dios, sino cuándo la haremos. Es muy fácil comprometerte a seguir a Cristo en teoría y prometer hacer todo lo que Él nos pida. Pero lo mas importante es cuándo. Cuando el Señor te pida que hagas algo, normalmente es para que lo hagas de inmediato. Jesús dijo: “Si alguno me sirve, sígame; y donde Yo esté, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará.” (Juan 12:26)
Generalmente las oportunidades dadas por Dios vienen por un periodo de tiempo límitado; se pueden perder si no respondes cuando Él habla. La Biblia dice que cuando Jesús llamó a sus discípulos, estos dejaron al instante las redes y le siguieron (Mateo 4:18-20) ¿Es que no tenían responsabilidades? ¡Claro que sí! Pero ninguna más importante que ésta. Así que, si el Señor interrumpe tu agenda hoy y te dice que ores por alguien, que llames a una persona, o que ayudes económicamente a un amigo, deja lo que estás haciendo y sírvele. Cuando Él habla, el momento de responder es ahora; no hay tiempo que perder.
Verdad de la Semana:
“El tiempo de servir es ahora.”
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