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REVOLUCIÓN PERSONAL (16-ABR-19)

Foto del escritor: CDA LaresCDA Lares

Actualizado: 10 jul 2021


El enfoque de Jesús era uno de esperanza, de perdón y reconciliación. Dios le ofrece libertad a todo el que cree. Nos ofrece transformar nuestra vida de gloria en gloria (2 Co 3:15-18). A lo largo del tiempo de Jesús en la tierra, Él se encargó de cambiar muchas cosas y de demostrar la misericordia y el amor de Dios por sobre todas las cosas y revolucionaba las vidas de aquellos que lo necesitaban. Al leer Efesios 2:4-6 vemos que Dios nos dio vida juntamente con Cristo porque estábamos muertos por el pecado. Nuestra vida no tiene sentido ni propósito sino es por la misericordia de Dios y muchas veces olvidamos este detalle. Puede ser que tu cuerpo físico esté vivo, pero tu vida personal, tu espíritu y tus emociones estén muertas. Te levantas y vives tu vida según la misma rutina; llegas a la iglesia porque estás automático; oras cuando te acuerdas porque te enseñaron que es importante y no te das cuenta como los días pasan, exactamente igual uno detrás del otro. Jesús no quiere eso para tu vida. Quiere que te levantes cada día con la expectativa de algo grande; quiere felicidad aun en días oscuros; quiere y tiene cosas grandes para tu vida a diario, no simplemente días normales. ¡Es tiempo de una revolución! Es tiempo de hacerle frente a esas emociones negativas que no aportan a tu vida ni a cumplir el propósito de Dios para tu vida.


Pero aunque Jesús tenga las mejores intenciones de cambiar tu vida, requiere una acción de nuestra parte, requiere fe. Ningún revolucionario actúa sin creer que logrará un cambio. Al contrario, el cambio es su mayor enfoque e inspiración. Así que en vez de levantarte cada mañana según la misma rutina, levántate creyendo en un cambio, que Dios te puede utilizar para la vida de alguien. Llega a la iglesia enfocado en ofrecer tu mejor adoración y ora con la expectativa de que algo grande Dios va a hacer en tu vida. Actúa creyendo que la obra comenzada en ti, Dios la va a completar, (Filipenses 1:6), perfeccionando todo día tras día, según tú se lo permitas. Pídele a Dios una revolución personal y simplemente vive en fe, lo mejor está por venir.




 
 
 

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