Deja un Buen Legado
- CDA Lares
- 25 mar
- 2 Min. de lectura

estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;- Filipenses 1:6
Las generaciones son nuestro legado, la continuidad de nuestra vida y nuestra historia. Si haz visto la mano de Dios en tu vida debes estar convencido de que Él seguirá el trato con todas tus generaciones. Tal como lo ha hecho contigo seguirá obrando con tus descendientes. Dios ha trasado un plan para tu familia, pero hay algo que te toca a ti. La parte que le toca a Dios puedes estar seguro de que él la va a hacer. Pero es tuya la tarea de tener una relación con Dios. Que los demás vean a Cristo reflejado en ti. Ni te sientas muy joven o viejo para hacer algo. Nunca es tarde, hoy puede ser un buen día para comenzar a dejar un legado. Haz el cambio para la nueva generación. Nuestra vida es pasajera, pero la fidelidad de Dios es para siempre. La seguridad y protección que tenemos en Dios, la tendrán nuestras generaciones también.
Y ¿cómo hacer para dejar un buen legado? Tenemos que acercarnos a Dios y permanecer en constante comunión. Eliminar todo lo que puede alejarnos de El. Asegurarnos todos los días pasar tiempo en Su presencia. Que en tu casa haya oración, Palabra y comunión con Dios. Declaremos que nuestras generaciones están en las manos de Dios y que El hará de ellos grandes personas de bendición para que otros también lo conozcan. La próxima generación tiene que ver en ti un siervo de Dios, alguien que declara bendición en su casa y en donde quiera que esté. Si quieres impactar a otras generaciones, tienen que ver el cambio que Dios ha hecho en ti; para que así deseen conocer al Dios al que sirves.
Haz bien tu tarea, que vean como amas a Dios, como le sirves. Sirve de ejemplo, sé su modelo a seguir (1 Corintios 11:1). Es el mejor regalo que le podemos dejar a nuestras generaciones. Oremos para que nuestro Dios sea el Dios de nuestras generaciones. Que puedan poner su fe en Dios. Que caminen en victoria y nunca en derrota. Que otros también experimenten su amor, su perdón, su poder y su providencia. Llevemos a Jesús a la próxima generación.
Señor, a lo largo de todas las generaciones, ¡tú has sido nuestro hogar! antes de que nacieran las montañas, antes de que dieras vida a la tierra y al mundo, desde el principio y hasta el fin, tú eres Dios.- Salmo 90:1
Verdad de la Semana:
Sé el reflejo de Cristo.
Comments