Muchos de nosotros comenzamos el año nuevo haciendo resoluciones. Que si queremos rebajar, ir más al gym, entre otras cosas. Hacer resoluciones no es malo, tener metas que queremos alcanzar está bien. Pero antes de alcanzar esa meta, debe haber un cambio en nosotros, un cambio invisible. Un cambio que no muchos verán, pero será clave para lograr las metas que te propongas. Te hablo de un cambio de mentalidad. No podemos pretender lograr nuevas metas si no cambiamos nuestra mentalidad, nuestra perspectiva, nuestra visión.
“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”- Romanos 12:2
Nuestra razón humana no es suficiente, por eso necesitamos la sabiduría de Dios en nuestras vidas. Pero su forma de ver las cosas no siempre parece tener sentido. (Isaias 55:8-9) Aunque sabemos que Él ve cosas que nosotros no, nuestra mente puede resistirse a sus ideas. Por eso necesitamos la mente de Cristo. (1 Corintios 2:16) Si cambiamos o, como dice el versículo de Romanos, renovamos nuestra mente podremos comprender muchas cosas, incluso la voluntad de Dios. La voluntad que es perfecta. No podemos continuar este nuevo año, o los que vengan, con una mentalidad terrenal sino con una del cielo.
“Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios, sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor.” - Efesios 5:15-17
Hermanos, hagamos un cambio de mentalidad en este nuevo año. Un cambio que parece invisible porque quizás no se note físicamente, pero que será de gran importancia para poder alcanzar la victoria.
Verdad de la Semana:
Primero cambia tu mente.
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