Hermanos míos, ¿de qué sirve decir que se tiene fe, si no se tienen obras? ¿Acaso esa fe puede salvar? Si un hermano o una hermana están desnudos, y no tienen el alimento necesario para cada día, y alguno de ustedes les dice: «Vayan tranquilos; abríguense y coman hasta quedar satisfechos», pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve eso? Lo mismo sucede con la fe: si no tiene obras, está muerta.- Santiago 2:14-17 (RVC)
El Apóstol Santiago es uno de mis autores favoritos. Me gusta llamar a su escrito, “una carta de vida práctica.” Es esa característica la que me hace reflexionar en sus palabras una y otra vez. Muchas veces he escuchado a creyentes decir: "haré esto por fe" o "Dios lo va a hacer por fe". He escuchado personas dar consejos de fe, pero toda su vida me grita en silencio: “¿Qué dices?, ¿Cómo puedes hablar de lo que no practicas?” Entonces su vida práctica, no me deja escuchar lo que dice su boca en “fe”. Es allí cuando comienzo a reflexionar. ¿Cuántas veces habré hecho lo mismo? ¿Cuántos consejos habré dado, sin que mi vida práctica sea eco de ellos?
En este momento quiero invitarte a realizar una autoevaluación. Pregúntate, ¿hablo de un Dios generoso, pero como su hijo soy incapaz de hacer sacrificios por generosidad? ¿Hablo de un Dios que sostiene, pero soy incapaz de usar mi mano para sostener? ¿Hablo de la provisión de Jehová a mi vida, pero soy incapaz de usar mis bienes para bendecir? ¿Hablo de un Dios de consuelo, pero soy incapaz de llevar consuelo a mis hermanos? ¿Hablo de un Dios fuerte y valiente, pero vivo lleno de miedo? ¿Cómo podrán conocer al Padre, aquellos que aún no han tenido un encuentro con Él, si como su hijo soy incapaz de mostrar quién es Él?
Mi vida cristiana tiene que ser más que palabras. Mis acciones tienen que reflejar las características del Dios a quién sirvo. De lo contrario, pretendiendo engañar a otros, sólo me engaño a mí mismo. Te invito a que vayamos a la Palabra, veamos quién es Dios, meditemos en todo aquello que Él es y procuremos que nuestra vida sea un verdadero reflejo de Él.
Verdad de la Semana:
“La fe verdadera ejecuta.”
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