Por que donde están dos o más reunidos en mi nombre, allí yo estaré en medio de ellos- Mateo 18:20
La familia es la unidad básica más importante que pueda existir, tanto en la iglesia como en la sociedad. Es el lugar perfecto para enseñar, aprender y aplicar los principios del evangelio. Dios ha establecido la familia para que sus hijos sean felices, aprendan lo correcto en un ambiente de amor, y para que se preparen para la vida eterna. Toda persona anhela formar un hogar, tener una familia feliz y unida. Nos casamos con el deseo de formar una linda familia, con hijos, llena de amor y unión. Pero en el momento en que tomamos la decisión de formar un matrimonio, debemos preguntarnos ¿cómo vamos a enseñar el evangelio a nuestra familia?
Hermanos, Dios los llamó a ustedes a ser libres, pero no usen esa libertad como pretexto para hacer lo malo. Al contrario, ayúdense por amor los unos a los otros. - Gálatas 5:13 (TLA)
Entramos en un matrimonio para servir, no para ser servidos. Servimos a nuestro cónyuge, a nuestros hijos, pues el servicio es una virtud de los que saben amar. ¿Cómo servimos? Construya recuerdos en el corazón de ellos. Sea modelo a su familia, cuando te vean ir a la iglesia, al orar cada día, al ministrar a otros. Inspírelos a vivir para Cristo, en amor y agradecimiento. Avive la llama de Dios en sus vidas, cree momentos significativos con ellos. Recuerde que todo lo que usted siembra hoy, algún día lo cosechará. Hágale sentir a su cónyuge, a sus hijos, y a su familia que los ama.
Tu familia, los que te aman, los que te admiran y están a tu lado; ellos miran cómo enfrentas la vida, los retos. Son tus hijos los que intentan caminar como tú y hablar como tú, esa es la nube de testigos que quiere seguir tus pasos. (Hebreos 12:1) Quieren inspirarse en ti. Así que toma tiempo para compartir con ellos y servirles. Siembra en sus mentes y corazones recuerdos llenos de amor, y enséñales a confiar en Aquél que les ha dado todo. Haz de tu hogar, de tu familia, un lugar donde todos deseen estar y regresar. Siempre recuérdales cuanto Dios nos amó y cuánto tú los amas.
Verdad de la semana:
Ama a tu familia y sírveles.
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