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"Revelación"
Es difícil vivir nuestra vida en incertidumbre. No sabemos todo lo que ocurre en el mundo. Hay muchas personas dispuestas a mentirnos, y no conocemos el futuro. Debemos entender nuestro propósito, pero muchas veces no sabemos qué camino elegir.
Para poder entender verdades espirituales en tu vida necesitas revelación. Y la revelación sólo puede dártela el Espíritu Santo, cuando sinceramente quieres conocer a Dios y pasas tiempo con Él.
Si amas a Dios y buscas más de Él en oración, lectura de Su Palabra, adoración (y le crees) mayor revelación te será dada. Pero si no das prioridad a Dios ni a sus asuntos, tu visión se irá apagando y perderás aún la poca revelación que tengas.
Los “misterios del reino” son sólo para aquellos que se comprometen con la presencia de Dios. Aquellos que invierten tiempo para conocerlo. Si sólo oras para dar gracias por los alimentos, nunca tendrás revelación. Si sólo adoras a Dios una vez por semana en la iglesia, nunca tendrás revelación. Si buscas a Dios, pero estás enojado con alguien y no quieres perdonar, nunca tendrás revelación. Si tu corazón no está sano, porque hay amarguras, resentimientos, acusaciones o culpas, nunca tendrás revelación.
La revelación no tiene que ver con cuántos años hace que vas a la iglesia, ni con cuántos estudios bíblicos hayas tomado. La revelación es el resultado de tu intimidad con el Señor. Cuando lo conoces a Él, conoces sus planes y propósitos, entiendes Su voluntad. Por eso hay muchísimos cristianos que tienen años de iglesia, pero cero revelación. Son religiosos que se congregan una vez por semana, y ahí se termina su vida espiritual. Para ellos hay mucha enseñanza, pero poca revelación.
Pero ¿qué dice Jesús de aquellos que sí reciben revelación? Son exitosos, son felices; porque la revelación les hará conocer los secretos de Dios, sus propósitos y su voluntad. (Mateo 13:10-17) Aunque vivimos en el mundo no somos del mundo. Nuestro Padre celestial sí conoce todas las cosas, y está dispuesto a dirigirnos en nuestro caminar si pedimos revelación y permanecemos en contacto con Él.
Verdad de la Semana:
“No camines a ciegas, pide revelación.”
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