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  • Foto del escritorCDA Lares

IGLECASA 16-MARZO-2021

"Tentación"


La gente del mundo no conoce la tentación. Para ellos una tentación es sencillamente una invitación a seguir haciendo lo malo, algo a lo cual están habituados. No es necesario que el diablo los haga caer, porque ya están caídos. El no tener a Cristo en su corazón significa que están perdidos, aunque ellos mismos se crean buenos. Por eso nadie en el reino de Babilonia tuvo problemas al inclinarse ante la estatua del rey y adorarla. Sin embargo, Sadrac, Mesac y Abednego no cedieron, aún amenazados de perder la vida. El mundano no es atacado, porque no es necesario; pero el cristiano sí porque el propósito del diablo es hacerlo caer. Sin embargo, para los cristianos, Dios está atento a que ninguna de las tentaciones que le lleguen sean superiores a sus fuerzas y queden en peligro de caer.


"Asi que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar." -1 Corintios 10:12-13

Aunque la tentación no proviene de Satanás, con frecuencia él prepara escenarios que comprometan nuestros principios para hacernos caer. La tentación proviene de los apetitos desenfrenados de la carne, y de la falta de dominio propio del ser humano, no de Dios. (Santiago 1:12-15) Pues Dios no puede ser tentado por el pecado como para que Él se dedique a colocarle tentaciones al hombre. Tampoco quiere vernos caer. Satanás por otro lado, desea vernos caer. Y aunque la tentación viene de nosotros mismos, él siempre está al acecho. Esto no ocurriría si no fueras alguien valioso para el Señor, eres y tienes algo que el enemigo quiere.


Los hijos de Dios siempre sufrirán la tentación aunque no venga de Dios, pero lo que sí viene de Él es la salida. Es nuestra decisión si tomamos la salida o no. Jesucristo siempre fue fiel y se mantuvo firme, constante; haciendo la voluntad de su Padre y siendo humilde. De la misma manera, nosotros debemos permanecer fimes en el Espíritu para poder resistir la tentación. Al igual que Sadrac, Mesac y Abednego, vivimos en un mundo que constantemente nos pide comprometer nuestros valores. Pero si permanecemos firmes en obediencia a Dios, Él no nos dejará caer en vergüenza. Y nuestro ejemplo de firmeza servirá para que otros lleguen a Cristo.


Verdad de la Semana:

“Mantente firme ante la tentación.”

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