“Obediencia”
" Si tú escuchas con atención la voz del Señor tu Dios, y cumples y pones en práctica todos los mandamientos que hoy te mando cumplir, el Señor tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra."- Deuteronomio 28:1 (RVC)
La bendición viene cuando escuchamos la voz de Dios y obedecemos su Palabra. La obediencia, desata una serie de bendiciones para nuestras vidas. Muchos quieren tener bendiciones, pero son rebeldes y no les gusta obedecer. Lamentablemente, contrario a la obediencia, la desobediencia desata maldición sobre nuestra vida. Si queremos recibir las bendiciones de la obediencia tenemos que someternos. Tenemos que acatar, obedecer, y cumplir las ordenanzas y preceptos que la Palabra de Dios nos ha dado.
Aunque todos quieren las bendiciones de la obediencia, no todos están dispuestos a trabajar en sus vidas para llegar a obtenerlas. Algunos oran, ayunan y piden estas bendiciones, pero no están dispuestos a pagar el precio exacto por ellas.
¿Como obedecemos? Haciendo lo que Dios quiere que hagamos. ¿Como sabemos lo que Dios quiere? Estando atentos a su voz. Él nos habla a través de su Palabra, de nuestra intimidad con Él. Pero de nada nos sirve oír Su voz si no estamos dispuestos a obedecerla, si no dejamos de ser oídores para convertirnos en hacedores. (Santiago 1:22-25)
El obedecer hace que nuestro curso de vida, o modo de actuar, sea bueno y exitoso. No solamente tendremos éxito al final del camino, sino en cada etapa de nuestro caminar con Cristo. La Palabra de Dios nos dice que, si obedecemos poniendo por obra todo mandamiento, seremos multiplicados y poseeremos la tierra. El ser multiplicados y poseer la tierra era una bendición. Significaba que la persona o pueblo sería prosperado en todo aspecto. La prosperidad es el resultado de la bendición de Dios sobre nuestras vidas y es el resultado de una obediencia contínua en nuestro camino con el Señor.
Verdad de la Semana:
“La obediencia trae bendición.”
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