Mucho se habla del evento victorioso de los deportes de combate cuerpo a cuerpo. Recuerdo de niña cuando peleaba Tito Trinidad. En mi casa esto era todo un evento. Todos los boricuas saben que si Tito ganaba pronto habría una gran caravana. Autodenominábamos ese día como un día oficial. No se trabajaba, no se estudiaba. El país llenaba las calles, y entre esa algarabía estábamos nosotros celebrando. Ya después que perdió los ánimos fue cambiando, pero mientras ganaba paralizamos el país. ¿A dónde viaja nuestra memoria? A la victoria, el evento del triunfo y a la bandera ondeando.
Pero hoy quiero hablarte de lo que nadie menciona. El apoyo del oponente. Todo el mundo celebra al ganador. Pero no se habla del soporte que debe recibir aquél que cae en la lona. La vida se le acaba de derrumbar frente a miles de personas. Públicamente ha sido mencionada su derrota. ¿Cuántas veces hemos caído en la lona de la vida y nos hemos sentido que el mundo se nos cae encima? Lo más probable es que no tenemos los ojos de miles de personas viéndonos, como lo viven en el deporte. Pero cuántas veces nuestra mente nos juega trucos y tenemos la aplastante sensación de sentir que así es. Mientras reflexiono viene a mi mente Elías. Tenía todas las de ganar, pero una jugada de su mente sacudió su valentía. Pero que maravilloso es ver que la Palabra demuestra que era Dios mismo quien estaba en su esquina, marcando la diferencia y levantando su ánimo nuevamente.
La Iglesia está llamada a ser los del team de la esquina del ring. La que grita: ¡Dale, dale! ¡No te quites! La que te levanta los brazos y te hidrata en el momento más crítico. Hoy es un buen dia para reflexionar sobre dónde estamos parados. En el team que sólo aparece en la celebración y el aplauso; o el team que se atreve a quedarse cuando las cosas se ponen malas y cuando sienten que es imposible levantarse, tal como se sintió Elías. Estamos a tiempo de ser iglesia y de levantar al caído con amor. Suficientes golpes ya tenemos en la vida. Procura rodearte de quien esté dispuesto a cuidarte y darte el mejor consejo. Seamos del team que busca consolar, acompañar y pastorear a los nuestros. Que seamos luz cuando las luces de este mundo se apaguen. Seamos del team que levanta y luego también vuelve a celebrar.
El amigo siempre es amigo, y en los tiempos difíciles es más que un hermano.- Proverbios 17:17 (TLA)
Ama a tu prójimo como a ti mismo.Yo soy el Señor.- Levítico 19:18 (NVI)
Verdad de la Semana:
Rodéate de los correctos.
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