de modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.- 2 Corintios 5:17 (RVR-60)
En la Biblia, el tema de la restauración nos invita a reparar, cambiar, reconocer errores, valorar y sanar todo lo que nos hace tener pensamientos impuros o incorrectos. En el caminar con Dios hay muchas personas que se descarrilan, y como consecuencia recibe muchos golpes y heridas. Pero Dios es un padre bueno que nos abre sus brazos para
sanarnos cuando regresamos arrepentidos. Pensemos en un hojalatero. Cuando una persona lleva un auto chocado al taller, éste se encarga de repararlo, restaurarlo y ya tiene un plan para hacerlo útil. El dueño, como no sabe hacer el trabajo, tiene que acudir al taller del hojalatero para que le restauren su auto.
Así mismo somos nosotros. Tenemos que ir al taller del maestro (Dios) para que nos repare y nos restaure luego de los destrozos que hacemos. Porque si intentamos hacerlo solos, nos quedamos con los golpes y las heridas, pues no podemos sanarnos a nosotros mismos. Dios, al igual que el hojalatero, nos espera en su taller para curarnos y sanar nuestras heridas. Nos dice "tranquilo, yo repararé todo lo perdido y destrozado". Esas son las palabras que uno desea escuchar luego de estar destrozado. Palabras que dan esperanza y afirman que Él no sólo tiene el poder para restaurar todo lo que fue destruido, sino que siempre está ahí para ayudarnos y restaurarnos. Sabemos que podemos contar con Él, llevarle nuestros problemas y confiar en que Él nos ayudará.
pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.- Jeremías 29:11 (NTV)
Ya sea que la reparación que necesitamos se encuentra en nuestros corazones,
finanzas o relaciones, Dios siempre tiene un plan para sanar y restaurar todas las áreas de nuestra vida. Aunque no conocemos los planes exactos de Dios para el futuro, sabemos que Él es bueno y creemos que restaurará nuestra vida y corazón. Que los podemos poner en sus manos y él los resolverá. Nuestra entrega total y fidelidad siempre abrirá la puerta para que Dios inicie su proceso de restauración. Pues él nunca nos obliga, debemos ir voluntariamente.
confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar.- Proverbios 3:5-6 (NTV)
Verdad de la Semana:
Busca la restauración.
Comments