Prepárate para vencer al enemigo
- CDA Lares

- 21 oct
- 2 Min. de lectura

¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar.- 1 Pedro 5:8 (NTV)
La guerra espiritual es la batalla entre el bien y el mal que se da en el plano espiritual. La mayor parte de la batalla está en la decisión de obedecer las instrucciones de Dios, o seguir nuestros deseos pecaminosos. El propósito de esas tentaciones es mantenernos alejados de Dios. Si estamos experimentando una guerra espiritual, tenemos que saber cómo obtener la victoria sobre ella. Hay un gran peligro cuando ignoramos cuáles son las artimañas del enemigo, entonces nuestra ignorancia se convierte para él en una gran ventaja a su favor. La Biblia es nuestra arma más poderosa contra las tentaciones que enfrentamos a diario.
he guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti. - Salmos 119:11 (NTV)
Desde el momento en que decidimos servir a Cristo se inició una gran batalla que no admite tregua. Al venir a los pies del Señor, la relación que teníamos con el enemigo se rompió. Entonces el enemigo lucha constantemente para robarnos lo que Dios nos ha entregado. Cuando llegó a nuestras vidas, el Señor nos dio su presencia. Satanás sabe que esa presencia es la que nos da confianza, la que nos hace fuertes, y nos hace levantarnos cuando estamos en el piso. Por eso perder la presencia es perderlo todo, es morir en vida. Sólo conociendo la verdad detrás de la guerra espiritual podemos vencer la tentación de Satanás. Cuando nos llenamos de la verdad de Dios, podemos distinguir fácilmente entre los pensamientos que son verdaderos y los que no lo son.
Debemos entender y poner en práctica las verdades de la Palabra, cuanto más rápido mejor, así podremos ver con mayor claridad y vencer a Satanás. Diariamente tenemos que prepararnos, dedicando tiempo a leer la Biblia. Debemos conocer la Palabra, dedicar tiempo a la oración y a la alabanza constantemente. Recordemos que los poderes del maligno ya han sido derrotados. Esa derrota sucedió en la Cruz del calvario y no fue una derrota parcial; el Señor lo despojó de todo, lo derrotó totalmente. Dios nos ha levantado para hacerle frente al enemigo. Así que pongámonos de pie y declarémosle al enemigo que está derrotado y que no tiene autoridad sobre nosotros.
así que sométanse a Dios. Resistan al diablo y él huirá de ustedes.- Santiago 4:7 (NVI)
Verdad de la Semana:
Su Palabra es tu mejor arma.
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