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“Descanso.”
Lee Mateo 11:28-30.
Lee esta historia: Había un viejo granjero arando con un equipo de bueyes. Al ver a este equipo, me sorprendió un poco, porque uno era un buey enorme y el otro un buey muy pequeño. Ese buey se alzó sobre el pequeño buey que estaba compartiendo el trabajo con él. Me sorprendió ver a un granjero tratando de arar con dos animales tan desiguales en el yugo y le comenté la desigualdad al hombre con el que viajaba. Él detuvo su auto y dijo: Quiero que notes algo. ¿Ves la forma en que esas huellas están enganchadas al yugo? Observará que el buey grande tira de todo el peso. Ese pequeño buey se está rompiendo en el yugo, pero en realidad no está jalando ningún peso".
En el yugo normal, la carga se distribuye equitativamente entre los dos que están unidos en yugo, pero cuando estamos unidos con Jesucristo, Él lleva la carga y nosotros, que estamos unidos a Él, compartimos el gozo y la realización del trabajo pero sin la carga del yugo. Nos está llamando a servir, pero trabajamos y servimos con la fuerza que Él nos da. Él siempre está a nuestro lado tirando del peso por nosotros, si solo cedemos nuestras vidas a Él. El único momento en que la carga se vuelve dominante es cuando intentamos tomar el control y tirar, o manejar la carga nosotros mismos.
Muchos de nosotros nos llamamos "discípulos", pero ¿tenemos el derecho? Hemos respondido a Él como nuestro Salvador, hemos venido a Él, pero cuando Él trata de deslizar el yugo alrededor de nuestros cuellos para unirnos a Él, resistimos, retrocedemos, nos negamos a escuchar verdaderamente y someternos a Su Palabra y reconocer su autoridad. Realmente nos negamos a confiar en su gentileza y bondad. Observamos el yugo y pensamos que no encaja cuando, en realidad, está diseñado perfectamente para nosotros, ya que está diseñado para hacernos como Él, pero también porque está hecho a medida para nosotros.
El único que nos puede dar verdadero descanso cuando nos unimos a Él se llama: JESÚS.
