_PNG.png)
El Señor ha establecido su trono en el cielo, y su reino domina sobre todo. – Salmo 103:19
Cuando pensamos en la soberanía, imaginamos un rey con autoridad absoluta, gobernando con un poder incomparable. Sin embargo, incluso los más grandes gobernantes terrenales están limitados: viven, mueren, cometen errores. Pero la soberanía de Dios es diferente a cualquier otra. (Mateo 28:18) Su trono está establecido en el cielo, inquebrantable ante el tiempo o las circunstancias, y su gobierno se extiende sobre cada rincón de la creación. Él tiene el control total. Nada sucede fuera de Su voluntad. Esta verdad puede ser asombrosa pero difícil de comprender.
La Escritura nos asegura que la soberanía de Dios está guiada por sabiduría y amor perfectos. Romanos 8:28 nos recuerda que “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”. Incluso cuando no podemos ver el panorama completo, podemos confiar en Aquél que tiene todo bajo Su control. Si Dios está en control, nosotros no tenemos por qué estarlo, podemos estar tranquilos. Para los cristianos, esta verdad es el fundamento de nuestra esperanza. El mismo Dios que creó el universo está involucrado en nuestras vidas. Su soberanía significa que nada puede separarnos de su amor (Romanos 8:39) o frustrar sus planes para nosotros (Salmos 138:8).
Si aún no conoces a este Dios Soberano que vela por ti, te invito a conocerlo. La autoridad y "soberanía" de los líderes del mundo puede ser frustrante, porque no piensan en nosotros. Pero cuando nos encontramos con la autoridad de Dios, descubrimos la libertad, el propósito y la alegría de ser parte de un Reino eterno, donde el Rey se preocupa por cada uno de nosotros. Por eso es el más grande Rey de entre todos los reyes. Entrégale tus preocupaciones y tus planes, sabiendo que Aquél que gobierna los cielos también dirige tus pasos.
Verdad de la Semana:
Su Soberanía no es tan grande que no haya espacio para ti.
Comments