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Enciende la luz de Cristo

  • Foto del escritor: CDA Lares
    CDA Lares
  • hace 20 horas
  • 2 Min. de lectura
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cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.- Mateo 2:1-2, (RVR-60)

Piensa, ¿qué realmente es la navidad de Cristo para ti? ¿La estás celebrando como debe

ser, o como el mundo nos hace creer que debe ser? La navidad debe ser la luz de Cristo en nuestro corazón. El mundo nos ha ido transformando la manera de ver la navidad. Atrayéndonos con compras, fiestas y regalos, etc. Las cuales nos hacen vivir un tiempo acelerado, muy ocupados y distraídos. Nos envuelve de tal manera que nos olvidamos de lo más importante, que es mantener a Cristo en el primer lugar. En el centro de nuestro

corazón. La navidad real es Cristo naciendo para traer luz y esperanza a un mundo perdido y desolado. Donde, aún con el pasar del tiempo, se debe recordar cuán importante fue el nacimiento de Jesús.


Para un cristiano esto debe ser algo muy importante en su vida. Recordar cada año, y todo el año, que debemos hacer que Cristo todos los días nazca en nuestro corazón y en el de los que nos rodean. Y que ese nacimiento traiga luz, esperanza, amor y confianza. Que nosotros como cristianos podamos mostrar la luz de Jesús a otros. Reconocer que cada día hay un nuevo comienzo en nuestra vida, donde Jesús está presente en nuestro corazón. Que tengamos total confianza de que así es diariamente. Mantengamos esa luz encendida y seamos el reflejo de Cristo para los demás. Que su luz nos guie siempre y le adoremos como hicieron los magos de oriente.


Que la luz de la Navidad brille en nuestro corazón y nos guíe hacia un Nuevo Año lleno

de amor y felicidad. Que en cada hogar se encienda la luz de la fe y el amor. Que el

espíritu de la Navidad despierte en ti gratitud por cada pequeño milagro de la vida. Que

cada momento compartido se convierta en recuerdos inolvidables donde Cristo sea el

centro.

Verdad de la Semana:

El nacimiento es un regalo eterno.

 
 
 

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