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Dios escogió lo despreciado por el mundo—lo que se considera como nada—y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante. - 1 Corintios 1:28 (NTV)
Extraordinario es lo que sale de lo ordinario o normal. La diferencia es lo extra, significa que se añade a lo habitual o a lo establecido. Es excepcional, impresionante, o sobresaliente. Dios nos conoce bien, nos ama y quiere vernos florecer y prosperar. Por eso nos dice lo que está bien y mal, lo que nosotros sus hijos necesitamos escuchar y aprender. Él no quiere que seamos ordinarios, pues tiene planes extraordinarios para nosotros. Él quiere llevarnos más allá.
En cada nuevo comienzo de año, anhelamos cambios. Cada mañana al levantarnos, podemos vivir de manera extraordinaria. Eso no significa que debemos hacer algo radical. Debemos ver que la vida está llena de detalles bellos creados por nuestro Dios, tal y como lo describe en Génesis y a través de toda la Biblia. Muchas veces, lo extraordinario de Dios está oculto en los detalles más sencillos. Una semilla de mostaza esconde al árbol más grande. (Mateo 13:31-32) Podemos comenzar con una decisión, de hacer de lo ordinario (común y corriente) algo extraordinario, atrévete. Piensa que una llamada a un enfermo no parece gran cosa, pero en un mundo lleno de egoísmo es algo extraordinario. Nuestra vida no será extraordinaria por lo que hagamos, sino porque Dios está en ella.
No te límites, descube las pequeñas cosas que puedes hacer y ocúpate de hacerlas con pasión, disciplina y compromiso. Mantengamos la relación con Dios viva. Amemos a la familia y al prójimo de manera incondicional. Hagamos de lo ordinario algo extraordinario invirtiendo tiempo en la vida de otros. Sirvamos al Señor, guardémonos en pureza, vivamos en santidad y prediquemos el evangelio. Sin olvidar que necesitamos confiar y dejarnos guiar por el poder del Espíritu Santo, porque en nuestras fuerzas sería imposible.
Por tanto, ¿cómo comenzarás este año? Haz lo extraordinario:
1. Llena tu mente de la palabra de Dios (Salmos 23:5)
2. Depende absolutamente de Dios (Juan 15:4-5)
3. Encuentra fortaleza en Dios (2 Corintios 12:9)
4. Descansa en su gracia (Romanos 3:24)
Cuando rindo a Dios mi vida ordinaria, Él se encargará de hacer lo extraordinario.
Verdad de la Semana:
Dios hace de lo pequeño algo extraordinario.