Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él, arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó, y llenos de gratitud.- Colosenses 2:6-7
Para saber cuánto hemos crecido espiritualmente, no debemos olvidarnos del principio, cuando recibimos a Cristo Jesús. Recordemos cuál era nuestra pasión por el servicio, la adoración, y puntualidad en la iglesia entre otros. ¿Qué te apasionaba a ti? ¿Y ahora cómo te encuentras? ¿Se ha perdido tu pasión? Este versículo nos enseña que tenemos que estar agarrados y edificados en Él, de esto depende nuestro crecimiento espiritual. El crecimiento espiritual es el proceso de llegar a ser más maduros en nuestra relación con Jesucristo. Alguien que está creciendo espiritualmente se volverá más y más como Cristo.
Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada. - Santiago 1:2-4
Muchas veces pasamos por pruebas y no lo entendemos, pero en este versículo nos enseña que esas pruebas son parte de nuestro crecimiento espiritual. Y a través de ellas es que nos vamos fortaleciendo cada vez más. Nuestra pasión no debe menguar, sino fortalecerse. Si estamos creciendo espiritualmente anhelaremos conocer más y más a Dios y ser más como Él. Debemos anhelar descubrir lo que dice la Biblia en cuanto a nuestra familia, iglesia, trabajo y todas las demás áreas de nuestra vida. Y debemos estar dispuestos a evaluarnos según esa Palabra y hacer los ajustes necesarios si esto nos lleva a estar más cerca de Él. De lo contrario, aún somos inmaduros. Para crecer, debemos anhelar más a Dios que nuestra comodidad.
Verdad de la Semana:
Nuestra pasión indica nuestro crecimiento.
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